Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1854-1856 (Cortes Constituyentes de 1854 a 1856)
Sesión: 22 de junio de 1856
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: n.º 412, 14.444, 14.445
Tema: Concesión al crédito mobiliario español del ferrocarril del Norte en sus secciones 1ª y 3ª. Parte de Madrid a Valladolid pasando por Ávila y Medina del Campo

El Sr. SAGASTA: Tanto la Comisión como el Gobierno podrán tener mucha razón; pero como los señores Diputados habrán observado, ni lo han demostrado, ni han destruido ninguno de mis argumentos. Toda la cuestión viene a reducirse a que en vez de no necesitarse más que legua y media de ferrocarril por un lado, se necesitan 14 leguas por otro, y que los 22 millones de economía que se calcula en el gasto por un lado, ocasionarán 40 millones más de gastos por otro.

Otra equivocación ha padecido en Sr. Ministro de Fomento. Ha dicho que yo fui uno de los individuos que concedieron al Gobierno un voto de confianza para el ferrocarril del Norte. No es eso exacto: al Gobierno sólo se le dio autorización para hacer los estudios de esa línea y traerlos después a las Cortes. Así lo dice explícitamente el art. 1º de aquella ley. He aquí sus palabras:

" Se autoriza al Gobierno para otorgar en pública subasta la concesión del ferrocarril de Madrid a Irún, denominado del Norte, en la parte de Madrid al Ebro, con un ramal desde Madrid al embarcadero del canal de Castilla, sin que el Gobierno pueda hacer la concesión definitiva de la primera y tercera sección, hasta tanto que presente a las Cortes los planos, estudios y presupuestos aprobados."

¿Es esto ni más ni menos que lo que exige la ley [14.444] general de ferrocarriles? ¿Y para que es esta prescripción? Para que en vista del presupuesto de gastos de la línea, las Cortes resuelvan lo conveniente. ¿No es esto así? ¿O nos hemos olvidado ya de lo mismo que hemos hecho? Queda, pues, demostrado que yo no me he salido de la ley. Por lo demás, el Sr. Ministro de Fomento puede estar seguro de que allí donde la ley sea atacada, me tendrá S. S. a su lado para defenderla.

También me ha supuesto una equivocación respecto a la riqueza e importancia de los partidos de Pancorbo y Briviesca comparados con el de Haro. Lo que hay de cierto es que, sin embargo de que los partidos de Haro, Santo Domingo y Belorado más que 40 leguas cuadradas de superficie, al paso que los otros ocupan 400, son más ricos estos partidos, como lo prueba el pagar mayor cantidad que los otros por contribución territorial. Igualad la superficie de unos y otros partidos, y su comparación sería la de la miseria y la opulencia.

También el Sr. Collantes ha supuesto que yo he dicho que el camino por Haro era más barato. He dicho lo contrario: que será más caro; pero que la economía de 22 millones que se quiere obtener ahora, llevando el camino por otro lado, ocasionará después 40 millones más de gastos. Yo no tengo necesidad de variar las cosas, porque me sobra la razón.

El Sr. SAGASTA:Pido que la votación sea nominal.

El Sr. PRESIDENTE: ¿De qué? ¿Sobre qué?

El Sr. SAGASTA: Sobre mi enmienda.

El Sr. SAGASTA: ¿Pues cómo hemos pasado de Haro a Segovia? ¿Y mi enmienda?

El Sr. PRESIDENTE: Ya se ha votado.

El Sr. SAGASTA: ¿ Cuándo?

El Sr. SECRETARIO (Calvo Asensio): Antes de leerse la enmienda de que está hablado la Comisión.

El Sr.SAGASTA: Pues yo no he oído esa votación; y si se ha hecho, ha sido de una manera improcedente y que parece que había miedo de hacerlo según costumbre, temiendo el resultado por las poderosas razones que he expuesto a la Asamblea.

El Sr. ORENSE: Si el Sr. Sagasta estaba distraído, no tenemos nosotros la culpa.

El Sr. SAGASTA: Pues yo no he oído la votación, ni ninguno de los señores que están a mi lado.

El Sr. ORENSE: Pues yo sí. Ysigo diciendo respecto a la enmienda de los Sres. Diputados por Segovia, que la Comisión tiene el mayor deseo de complacer a estos señores.

 El Sr. SAGASTA: Señor Presidente, yo no puedo dejar de pedir que vuelva a hacerse otra vez esa votación, porque repito que no la hemos oído, y yo protesto contra semejante proceder.

El Sr. PRESIDENTE: Ni el Presidente ni nadie puede evitar que S.S. estuviese distraído cuando se ha publicado la votación.

El Sr. SAGASTA: Pues no he sido yo solo el que no ha oído; hay otros muchos que se hallan en el mismo caso, y aun algún Sr. Diputado contrario a mi enmienda tampoco ha oído la votación.

(Habla el Sr. Secretario)

El Sr. SAGASTA: No he podido yo ofender a la Mesa diciendo que no había votación, y la había declarado como tal: lo que he dicho, que no lo hemos oído la mayor parte de los Diputados que estamos por aquí; y si había ruido, no es culpa nuestra; será culpa de la campanilla del Sr. Presidente, que no repicó como debía, y del Sr. Secretario el no haber oído, puesto que teniendo tan buena voz no se ha servido sacarla. Por consiguiente, pregúntese si se ha hecho votación.

El Sr. SECRETARIO (Calvo Asensio): La pregunta se ha hecho.

El Sr. SAGASTA: Pues ya que no tenga otro recurso, protesto la votación.



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